De Arica a Magallanes: #UesPúblicas se conectan para implementar registro clínico electrónico

La alianza, financiada por el Ministerio de Educación, tiene como objetivo fortalecer las capacidades para la formación en tecnologías de información para el sistema sanitario, considerando el déficit de al menos ocho mil especialistas que tiene el país.

Equipo Uestatales 09-09-2024 / 11:41:36
Imagen

Un proyecto impulsado por una alianza de catorce universidades públicas chilenas hará posible la instalación de un registro clínico electrónico en los centros de salud o unidades afines en estas instituciones, ubicadas desde la Región de Arica y Parinacota, en el norte del país, hasta Magallanes.


Su piloto se llevará a cabo en dos planteles de regiones: la Universidad Arturo Prat de Iquique; y la Universidad de O’Higgins, emplazada en la capital de la región homónima, Rancagua.


Se estima que sus beneficiarias/os potenciales podrían alcanzar a los 114 mil estudiantes, aunque su implementación definitiva dependerá de superar desafíos como la compatibilidad con sistemas existentes y la disposición de cada institución a adoptar un nuevo modelo de gestión de datos de salud, afirma Alonso Carvajal, analista de datos y coordinador del proyecto.


La iniciativa es parte de las acciones de la Red de Salud Digital de Universidades del Estado (RSDUE), cuyo propósito es contribuir a la formación de nuevas/os especialistas en este campo, considerando el déficit de al menos ocho mil personas que tiene Chile para avanzar en la transformación del sistema sanitario.


El desarrollo permitirá migrar desde el uso de papel en que, hasta ahora, se gestionaban las atenciones en dichos espacios; a un repositorio digital centralizado que compartirá datos con fines sanitarios y académicos entre las entidades. Habitualmente, los centros de salud universitarios entregan prestaciones de medicina general, salud mental y orientación sexual, facilitando un primer acercamiento al sistema sanitario de las comunidades estudiantiles.


Carvajal explica que el repositorio permitirá centralizar múltiples datos de prestaciones sanitarias, entre ellas, condiciones médicas del paciente, resultados de laboratorio, historial médico, así como también organizar de manera más fluida el agendamiento de citas, uno de los grandes problemas que enfrentan los establecimientos.


Y al mismo tiempo, el prototipo ofrece un espacio para la formación de capacidades en tecnologías de información para estudiantes de carreras relacionadas con la salud, entre ellas enfermería y medicina. La herramienta contribuirá a hacer más fluida la atención en las unidades de atención universitaria, con las ventajas que representa migrar del formato papel a lo electrónico, añade Carvajal.


La solución, un software que compartirán las instituciones participantes, y que tiene la ventaja de ser interoperable bajo estándares de uso internacional, tendrá también un impacto en la formación de profesionales. En las unidades que gestionan atenciones de estudiantes también se realizan prácticas o voluntariado por parte de alumnas/os de carreras del área de la salud. En algunos casos, incluso, sus servicios se extienden a comunidades aledañas a los propios campus.


“El registro permitirá almacenar diagnósticos, resultados de exámenes de laboratorio, condiciones médicas del paciente, su historial familiar y los antecedentes de cada prestación. Un foco importante del proyecto es la gestión del agendamiento de citas, que es un gran problema que tienen estos centros. A través del software, un alumno puede agendar directamente una cita, lo que es gestionado por los responsables de cada universidad”, detalla el analista de datos.


Las principales características del programa es que se desarrolló bajo código abierto (con lo cual los distintos actores pueden adaptarlo a sus propios requerimientos); escalable y multidisciplinario, pensando en integrar en fases posteriores a más especialidades; colaborativo, en relación a la posibilidad de compartir datos y aprendizajes entre instituciones; y su carácter de bien público, es decir, destinado a beneficiar a todas las universidades del Estado y sus comunidades.


Piloto en O’Higgins e Iquique


El Registro Médico Electrónico es un documento en formato digital de los datos de salud propios de un sujeto humano o de un grupo. Alonso Carvajal afirma que, en términos del desafío técnico que implica, el diseño de un software en salud supone una alta complejidad, considerando aspectos como las regulaciones existentes, la resistencia al cambio y los diferentes contextos a los que la solución debe adaptarse.


La herramienta incluye el estado de la salud en distintos momentos de la vida (del individuo o del grupo) y las acciones que se desarrollaron para determinarlo y/o modificarlo. Son propuestos como potenciales soluciones a muchas de las problemáticas descritas en los sistemas de salud actuales a nivel mundial, según la definición de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). 


La implementación del proyecto comenzará en dos regiones: Tarapacá y del Libertador Bernardo O’Higgins, específicamente en las universidades Arturo Prat (UNAP) y de O’Higgins (UOH). Ambas instituciones serán las primeras en integrarse a un registro que se espera pueda adaptarse a los requerimientos particulares de cada unidad. En el caso de la UNAP, el registro estará integrado al centro que gestionan desde la Facultad de Ciencias de la Salud, que tiene seis carreras: kinesiología, enfermería, psicología, odontología, enfermería y química y farmacia. En dicho centros, las especialidades son psicología, trabajo social, nutrición, matronería y medicina general.


Macarena Antilao, docente del plantel del norte del país, explicó que el proyecto beneficiará la formación de los estudiantes, así como también la calidad de las atenciones para la comunidad universitaria y externa. En este sentido, precisó que las unidades sanitarias al interior de los planteles entregan, entre otras prestaciones, eventos relacionados con la salud mental, como ansiedad, depresión y desbordes; derivaciones para tratamientos traumatológicos con pasantes de la carrera de kinesiología; y servicios odontológicos y fonoaudiológicos, que son abiertos a la ciudadanía.


“Obtener indicadores a través de un registro electrónico nos ayudará a mejorar nuestra toma de decisiones y las políticas internas y externas en salud, e incluso contribuir a procesos de investigación e innovación. Para nosotros es un proyecto muy importante, que esperamos que con el tiempo se vaya optimizando y beneficiando a otras carreras”, dijo la directora de docencia de la Facultad de Ciencias de Salud de la UNAP. 

En la UOH, en tanto, el proyecto será parte de una unidad de salud interna que es transversal a distintas escuelas, específicamente para el área de salud mental. La implementación de un repositorio digital para la atención presencial y remota de las y los estudiantes desde la Dirección de Salud Mental podría también tener beneficios al nivel de consultas en otras áreas. “Tener este software ayudará a realizar las atenciones de salud mental de las y los estudiantes de forma presencial y virtual, para luego poder utilizarlo en las distintas atenciones de salud y tener la información centralizada e integral de cada estudiante”, valoró Estefanía González, quien es directora de la Escuela de Salud de la Universidad de O’Higgins.


En el desarrollo del proyecto han tomado parte académicos de varias universidades integrantes de la RSDUE. La alianza opera en cuatro mesas, una de ellas la que aborda la temática de “sistemas”, que es la responsable de impulsar la iniciativa. Una de las investigadoras que ha participado en el proceso es la profesora de la Universidad de Playa Ancha, en la Región de Valparaíso, Fabiola Vera.

La docente, quien es directora del Departamento de Rehabilitación, Intervención y Abordaje Terapéutico, apunta que esperan en los próximos meses integrar el software a unas unidades denominadas “laboratorios disciplinares”, donde se entregan prestaciones de salud a los alumnos y vecinos de sectores aledaños a sus facultades, distribuidas en varias áreas de Valparaíso. 


“Poder contar con un registro clínico facilitará la conversación interdisciplinaria entre estos laboratorios y de los profesionales que allí prestan servicios, compartiendo información relevante. Es una necesidad que hemos reconocido hace varios años, y aunque la universidad adquirió una licencia comercial, la posibilidad de tener un sistema que se desarrolla a través de la Red, nos da la oportunidad de generar nuevas herramientas al interior de una ficha clínica, retroalimentando el desarrollo de la herramienta e ir generando mejoras para optimizar el producto”, opinó Vera.


Horas, diagnósticos y exámenes


El proyecto cuenta con el apoyo de una empresa internacional, especializada en el desarrollo de software en salud. El trabajo hizo posible que la solución disponga de varios módulos de funcionamiento. El primero es el de “pacientes”, que es donde se almacenan los datos demográficos, laborales o de contacto, entre otros; luego, un panel de control, donde el usuario puede verificar las atenciones que ha recibido, sus diagnósticos, exámenes de laboratorio o tratamientos.


“También tiene la posibilidad de hacer seguimiento. Por ejemplo, si tuvo una atención nutricional, puede ir viendo semana a semana qué es lo que ha sido indicado por el especialista médico”, puntualiza el analista Alonso Carvajal, quien acota que el software también incorpora opciones para los profesionales de la salud, tales como técnicos en enfermería, médicos en sus distintas especialidades o enfermeros; agendamiento de horas y medicamentos.


Este último punto, añade el conector de la RSDUE, fue posible gracias a un acuerdo de cooperación con la empresa Vademécum, líder en la gestión de bases de datos de medicamentos, lo que permitió a los equipos de las universidades públicas acceder a estos recursos para el diseño del registro clínico electrónico. Para gestionar adecuadamente la demanda de horas, en tanto, el desarrollo también permite enviar cuestionarios previos a usuarios en lista de espera, para verificar la pertinencia de la cita.


Desde la alianza de universidades públicas aspiran a que este y otros proyectos en los que trabajan contribuyan a fortalecer el ecosistema sanitario local con miras a la transformación digital, tomando como referencia la brecha de capital humano avanzado en el mercado laboral local y la urgencia por optimizar las capacidades de las propias universidades para hacer frente a la preparación de estos especialistas.


Actualmente, Chile tiene un déficit de al menos 8 mil profesionales para avanzar a una etapa intermedia en la adopción de nuevas tecnologías en el sector salud, pero, según un diagnóstico de la alianza, las casas de estudio públicas evidencian un nivel inicial en su madurez para formar a los profesionales y técnicos capaces de implementar y gestionar nuevas tecnologías en el sector.


En este contexto, la Red de Salud Digital de Universidades del Estado –cuyo financiamiento es parte del programa para el mejoramiento de las instituciones del Ministerio de Educación, y se ha prolongado por todo 2025– tiene como misión ayudar a que los planteles locales avancen a la resolución estructural de esta brecha, optimizando los programas de pregrado y postgrado para este desafío.

Equipo Uestatales