El lucro en las universidades privadas: una práctica que se extiende
Después del Discurso del rector de la Universidad de Chile Víctor Pérez en la inauguración del año académico, donde señaló la preocupante situación que enfrenta actualmente la Educación Superior debido…
Después del Discurso del rector de la Universidad de Chile Víctor Pérez en la inauguración del año académico, donde señaló la preocupante situación que enfrenta actualmente la Educación Superior debido las constantes “alianzas estratégicas” que se han ido conformando entre universidades privadas y grandes inversionistas, se puede constatar algunos ejemplos, como el de las Universidades Central y del Mar.
En palabras del rector Pérez “En la educación superior, el sistema impuesto por la dictadura y aún vigente después de más de veinte años de democracia confunde universidades tradicionales con las privadas nuevas. Mientras que las primeras hacen más del 85% de la investigación nacional, muchas de las privadas, en un ambiente de total e impune desregulación, se compran y venden en el mercado, con cifras millonarias en dólares y enormes ganancias. Sin que ningún órgano del Estado haga cumplir la ley de Pinochet que estipula que las universidades son corporaciones sin fines de lucro”.
Esto queda particularmente de manifiesto al revisar la situación de la Universidad Central de Chile, organismo que cuenta con 11 mil estudiantes y que actualmente se encuentra en un período de negociación con Norte-Sur, empresa de inversiones en la que participan principalmente antiguos ejecutivos ligados al Banco del Desarrollo. Esto, según los estudiantes, pasaría a llevar los valores de pluralismo e independencia de la institución. Para el vicepresidente de su Federación de Estudiantes, Aldo Flores, el tema pasa además por el incumplimiento a la Ley Nº 18.962, ya que “aunque es una universidad privada, al ser una corporación sin fines de lucro todo el dinero que se gana se debe reinvertir acá. Pero con el ingreso como socio estratégico de Norte Sur se rompe con los valores fundacionales de una institución que buscaba pluralismo e independencia”, aseguró.
Entre los más perjudicados con la alianza está el fiscal de la universidad, el director de aseguramiento de la calidad, el ex rector Luis Lucero, decanos, y alrededor de 210 profesores, todos removidos por oponerse a la nueva sociedad. Actualmente, los dirigentes estudiantiles se encuentran a la espera de la respuesta del MINEDUC respecto a las demandas, no obstante, el ministro de la cartera ya adelantó que este es un conflicto “de privados”.
Similar escenario, pero menos publicitado, es el que se observa en la Universidad del Mar. Siendo una de las instituciones con mayor matrícula del país (más de 20 mil estudiantes) presentaba un atractivo negocio para la multinacional Southern Cross: fondo latinoamericano principal accionista de La Polar S.A., Chilesat, Prosegur, ESSBIO y Aguas Nueva Sur Maule además de otras empresas extranjeras. Southern Cross ya está aliada con la Universidad Andrés Bello y De Las Américas, con lo que alcanzaría una considerable cobertura de alumnos de educación superior en sus inversiones.
Durante el periodo de traspaso del directorio (6 de los 8 representantes del directorio de la institución serán removidos para traspasar a Southern Cross sus cargos) los trabajadores agrupados en SITRUMAR llamaron a huelga como consecuencia de las nuevas imposiciones del directorio entrante, que entre otras modificaciones, no contempla beneficios a los trabajadores cuya jornada es menor o igual a las 22.5 horas laborales. Pero la Universidad del Mar no solo tendría que remediar sus problemas financieros y administrativos, sino que también los académicos, ya que los resultados mostrados por sus profesionales en la prueba INICIA demostraron uno de los índices más bajos de rendimiento, solo un 41%.
Con todo, los rectores de las Universidades del Estado, han endurecido su postura ante la preocupante situación. En palabras del rector de la Universidad del Bío Bío, Héctor Gaete: “No es coherente querer nivelar la cancha entre instituciones públicas y privadas, con las platas de todos los chilenos y pretender que las canchas de acceso por mérito, de la transparencia y la calidad se nivelen solas. Es cierto que no se puede asumir todo al mismo tiempo, pero debemos actuar con un sentido sistémico, y para ello resulta esencial que todos, partiendo por el Gobierno, impulsemos decididamente un sistema de admisión a la Educación Superior integrado, que sea transparente, basado en el mérito y que asegure el acceso a ofertas académicas de calidad”.
Por su parte, la Universidad de Chile ya planteó su posición a través del rector Víctor Pérez, quien sentenció que “lo más desfachatado es que gracias a un lucrativo lobby, muchas de estas universidades privadas nuevas están pidiendo y obteniendo recursos públicos para hacer más rentable y sustentable su negocio, y con el singular privilegio de no tener ningún tipo de control por parte de la Contraloría General de la República sobre el manejo y destino de esos recursos públicos. Y esto se está haciendo a espaldas de la ciudadanía y de la historia, a espaldas del futuro de millones de jóvenes chilenos”.
Fuente: Paula Salas, CUECH.