El mundo de las becas para la educación superior en Chile
Beneficios que ofrece el Ministerio de Educación no dan abasto para los miles de estudiantes que cada año ingresan a la universidad, institutos profesionales o centros de formación técnica y…

Beneficios que ofrece el Ministerio de Educación no dan abasto para los miles de estudiantes que cada año ingresan a la universidad, institutos profesionales o centros de formación técnica y no pueden solventar el costo.
El Comité Ejecutivo Agenda 2011 de la Educación Superior se reunirá el lunes 11 de abril para debatir en torno al financiamiento, acceso con equidad y ayudas estudiantiles.
Según un informe del Consejo de las Américas, entidad internacional que fomenta una mayor cooperación e integración económica en el continente, Chile es uno de los países de la región con mayor porcentaje de jóvenes que egresan de enseñanza media y por tanto estarían –o deberían estar- en condiciones de cursar estudios superiores.
Pero más allá de las capacidades y formación académica de cada postulante, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó que la ayuda estudiantil “no está disponible para muchos estudiantes necesitados y los estudiantes de bajos ingresos tienen menos posibilidades de completar sus estudios y terminan pagando el costo total de sus estudios” y destacó que “los aranceles de los estudiantes son de los más altos del mundo en comparación con la situación socioeconómica de la familia chilena”.
Si bien el Gobierno decidió que el 2011 sería el año de las reformas entorno a la educación superior, el tema de la falta de beneficios para financiar la permanencia la educación superior sigue siendo uno de los puntos que preocupan tanto a las familias como a los distintos actores de la comunidad educativa.
Con el fin de apoyar a aquellos alumnos de buen rendimiento que no tienen los recursos necesarios, el Estado chileno e instituciones privadas han creado una serie de becas y beneficios a los cuales pueden postular. Actualmente existen 8 opciones según la condición social, carrera y tipo de institución donde estudian: beca Juan Gómez Millas; Excelencia Académica; Nuevo Milenio (ver recuadro); Bicentenario, Puntaje PSU; Vocación de profesor; para estudiantes hijos de profesionales de la educación y Juan Gómez Millas para estudiantes extranjeros, todas financiadas y otorgadas por el Ministerio de Educación (Mineduc).
“Este año la educación superior alcanzó más de un millón de estudiantes, de los cuales 560 mil son beneficiados con aportes del Estado”, indicó Juan José Ugarte, jefe de la División de Educación Superior del Mineduc (Divesup).
Para Luis Merino, vicerrector académico de la Universidad Central, el actual sistema de becas “es amplio en cantidad y calidad. La diversificación a partir del 2007 ha sido sostenida y creciente abarcando cada vez más a un gran número de estudiantes que por su situación socioeconómica no habrían podido iniciar y/o continuar sus estudios superiores”.
El problema, según Merino, es que gran cantidad de los jóvenes deben endeudarse con créditos porque a pesar de ser alumnos de excelencia, pertenecen al 4° quintil de ingresos ($149 mil a $270 mil): “la mayor cantidad de la población estudiantil que ingresa a la educación superior y que solicita beneficios por problemas económicos se encuentra clasificada entre los quintiles 3 y 4”.
¿CÓMO SE FINANCIA LA CLASE MEDIA?
Las becas que ofrece actualmente el Mineduc no están destinadas a financiar a estudiantes de familias que superan un ingreso mensual de $400.000, por lo que el costo de los estudios superiores recae mayoritariamente en las mismas familias. Las opciones para estos alumnos son el Fondo Solidario de Crédito Universitario y el Crédito con garantía del Estado.
Juan José Ugarte confirma esta situación, reconociendo que existe una preocupación por parte del Ejecutivo por la disminución de la cobertura de la clase media: “por primera vez en 20 años disminuimos en un 10% la cobertura en ese estrato. Lo que ocurre es que son familias con 2 ó 3 hijos que van a la universidad, institutos profesionales o a centros de formación técnica con valores entre 100 y 200 mil pesos de mensualidad y eso no es sostenible en términos de financiamiento” y agregó que en los seminarios que están desarrollando en la Comisión de Educación de la Cámara Baja se van a trabajar “políticas de apoyo a ese importante sector de la sociedad chilena”.
El problema de las alternativas que están hoy disponibles, según el secretario general de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) Cristóbal Lagos, es que se asume que “cuando uno sale de la universidad va a tener ingresos prácticamente asegurados para poder pagar después, pero la realidad es que no todos los profesionales obtienen un buen sueldo en sus primeros dos años en el mercado laboral, sobretodo los que han estudiado profesiones que están ‘saturadas’, como periodismo y psicología”.
Tatiana von Plessing, directora de Admisión de la Universidad Central, concuerda con la dificultad de encontrar un trabajo bien remunerado el primer año porque “el crédito es plata prestada que endeuda al estudiante y no sabemos si va a ser capaz después de pagar eso”.
“Siempre las necesidades son mayores que los fondos destinados a solventarlas. Los cambios que se estiman necesarios guardan relación con que el Gobierno en la distribución del presupuesto nacional contemple un mayor ítem para dichos programas”, comentó el vicerrector académico de la Universidad Central Luis Merino.
Von Plessing añadió que “siempre faltan becas; obviamente que regalar dinero para financiar al menos parte de los estudios sería lo más bienvenido para el estudiante porque le da la posibilidad de que el diferencial que le queda es menor para endeudarse”, por eso muchos jóvenes eligen estudiar en una universidad privada, que les permite acceder a otro tipo de becas que son compatibles con los créditos que ofrece el Mineduc.
Fuente: Constanza Muñoz. Diario La Nación. Domingo 3 de abril de 2011 | Reportajes