Rector de U Lagos asegura que la crisis ya pasó y que en el mediano plazo serán uno de los planteles más eficientes del Estado

Oscar Garrido, rector de la Universidad de Los Lagos, en entrevista especial, reconoció la crisis que enfrentó el plantel durante el año pasado, pero asegura que la situación de estabilidad ya fue alcanzada. Al punto, que hoy esperan transformarse en el mediano plazo como uno de los planteles más eficientes del Estado.

Situación financiera

Es la universidad más joven del Estado, y su trayectoria no ha estado exenta de complicaciones. El año pasado, La Universidad de Los Lagos sufrió una contracción financiera, derivado de la decisión de focalizar sus esfuerzos sólo en tres campus y desprenderse de varias sedes a fin de asegurar su acreditación institucional en el marco de la ley de aseguramiento de la calidad.

Tras esta situación, la Universidad de Los Lagos inició un profundo proceso de reorganización que implicó la modificación de la planta administrativa,  la racionalización de personal académico sin posgrado, no renovación de contratos de personal que excedía al nuevo proyecto, un fuerte control del gasto y focalización de inversiones en base a resultados.

Oscar Garrido asegura que estas decisiones permitieron continuar pagando regularmente el servicio de la deuda al sistema financiero y proveedores, y responder a los trabajadores que se acogieron a la ley Incentivo al Retiro, lo que implicó destinar 650 millones con recursos propios.

Garrido agrega que se han pagado más de  100 millones en indemnizaciones,  por  concepto de supresión de cargos a la planta administrativa,  y otros 640 millones han contribuido a amortizar la deuda de la Universidad. Con orgullo, comenta que han quedado recursos para invertir.

“Actualmente, estamos invirtiendo  850 millones en infraestructura y equipamiento sin necesidad de recurrir a la banca privada”, sostiene el rector.

Ya pasamos la crisis

Aunque la deuda es elevada, la Universidad enfatiza que están en una situación  de balance. Según sus estimaciones financieras, al 31 de Agosto, los compromisos ascienden a la suma total de $7.074.779 (corto y largo plazo).  No obstante, el rector precisa que la ley  20.403 del año 2009 y el Decreto Supremo 756 del presente año, les ha permitido a todas las U Estatales reprogramar sus pasivos durante los próximos dos años,  hasta un plazo de 20 años.

“En nuestro caso, el Decreto Supremo aludido, autorizó una reprogramación hasta por 7.200 millones. Además, nuestras garantías hipotecarias  cubren sin ninguna dificultad la deuda contraída con el sistema financiero, dado  que  nuestro valor contable de activo  corresponde a $20.372.640 millones”.

Frente a los rumores de hipotecar algunos activos, el rector desmiente cualquier riesgo de perderlos.  “Nunca, los inmuebles hipotecados hasta la fecha, han estado en riesgo alguno,  en ninguna época de su existencia la Universidad  ha  dejado de pagar los dividendos hipotecarios”, responde el rector de la U de Los Lagos.

El rector reconoce la crisis vivida, pero asume que está desencadenó un fuerte proceso de modernización que les permitirá constituirse como una de las universidades más eficientes del Estado.

¿Cuáles son las proyecciones en los próximos dos años?

“Absolutamente alentador, una crisis siempre es una buena oportunidad para producir los cambios necesarios. Puedo enfáticamente asegurar que nuestra Universidad se puede proyectar sin ningún apremio, y que al mediano plazo nos constituiremos en una de las Universidades más eficientes del Estado.

Es más, mi balance es absolutamente positivo. Cuando tú eres capaz de visualizar las fortalezas, atributos y competencias de tu organización, y las contrastas con las oportunidades, naturalmente te permite establecer hasta dónde puedes llegar. He llegado a la convicción que mi universidad tiene un potencial enorme, que nos permite sostener que somos la mejor universidad de la Región de Los Lagos y que perfectamente nos podemos transformar en una de las universidades del Estado más eficientes del país”, sentenció el rector Garrido.