Reforzar a las universidades que forman profesores y profesoras
En Chile, las pedagogías están sometidas obligatoriamente a procesos de acreditación, que debieran avanzar hacia un sistema cada vez más orientado a apoyar el desarrollo de programas de formación pertinentes a las necesidades del país.
La investigación en educación es categórica en señalar que el factor más relevante en el logro de objetivos de aprendizaje curriculares en las escuelas, excluidas variables socioeconómicas y capital cultural familiar, es la calidad del profesor. Por ello, la formación inicial docente adquiere un particular valor, pilar estratégico para un sistema educativo justo y de calidad.
En Chile, las pedagogías están sometidas obligatoriamente a procesos de acreditación, que debieran avanzar hacia un sistema cada vez más orientado a apoyar el desarrollo de programas de formación pertinentes a las necesidades del país y no solo al cumplimiento de estándares que rigidizan y homogenizan dichas carreras.
Además, las universidades realizan pruebas diagnósticas y ofrecen programas de acompañamiento integral al recorrido de sus estudiantes, lo que ha permitido un notable avance en la formación inicial de docentes, fortaleciendo el desarrollo de programas y facultades de educación de instituciones que forman profesores y profesoras, camino que nos parece positivo y prometedor.
Sin perjuicio de lo anterior, según datos disponibles en SIES, la tendencia de la matrícula total en el área de educación ha descendido sobre el 14% y 10% en los últimos 10 y 5 años, respectivamente, aun cuando la matrícula total en el sistema en mismos períodos, sin considerar el área de educación, ha aumentado 12,7% y 13,6%.
En este contexto, nuestra hipótesis es que aumentar la exigencia de requisitos relacionados con el acceso a la educación superior en el ámbito de la educación es contraproducente para la atracción a la formación inicial docente y provocará la disminución de interesados en estudiar Pedagogía, impactando negativamente en las necesidades del sistema educacional en su conjunto.
Por otro lado, según datos desde la experiencia del PACE o los PAP (Programa de Acceso a las Pedagogías), jóvenes interesados y altamente motivados por la educación que ingresan vía propedéuticos a estudiar, alcanzan en los primeros años universitarios niveles académicos similares a estudiantes ingresados por el sistema regular.
Tenemos la convicción de que este camino institucional es la vía correcta para desarrollar y fortalecer una formación inicial docente de calidad y acorde a las exigencias de nuestra sociedad.